Son muchas las preocupaciones que persiguen a un CEO: el crecimiento incierto, los conflictos comerciales, la desigualdad económica, la capacidad para responder a una crisis, la atracción y retención de talento, entre otras muchas más responsabilidades que recoge el estudio “XXIII Encuesta mundial de CEOs”, elaborada por PwC (2020).
Y muchas de estas preocupaciones pueden tener su solución en un buen liderazgo, un factor imprescindible para que una compañía avance sin miedo en el mercado, logre alcanzar sus metas y cuente con un gran equipo profesional que lo haga posible.
Analizamos las 5 claves que debe seguir un CEO para ser un líder de verdad:
- UNA VISIÓN ESTRATÉGICA PARA ASUMIR NUEVOS RETOS, SIN PERDERSE EN EL CAMINO
Un CEO debe tener una clara visión estratégica global que le permita tomar decisiones y dar soluciones rápidamente a las necesidades ejecutivas diarias, sin perder de vista los objetivos de la empresa.
El líder debe analizar continuamente su mercado con la disciplina de alejarse de la vorágine del día a día para observar las primeras señales de nuevas tendencias, aún cuando no sean notorias para otros y lograr así diferenciarse en su sector. En este terreno, la visión estratégica permite al CEO dar pasos adelante y delegar con fundamento, midiendo la capacidad de riesgo que la empresa y el talento de su equipo puede asumir.
De ahí la importancia de establecer una visión y un propósito, una meta hacia la cual dirigirse, así como un plan de actuación flexible que permita a la empresa llegar al objetivo y adaptarse en el proceso a nuevas ideas, paradigmas y realidades.
- UN EJEMPLO DE VALORES PARA SU PLANTILLA
El CEO es el ejemplo moral de la empresa. Este ejemplo es lo que construye el comportamiento de los demás, en lo bueno y en lo malo. Es la primera evidencia de su empresa y es su equipo el que hace grande el proyecto y por eso, se deben reflejan en el líder.
De ahí la importancia de ser una persona de carne y hueso, y hacer que te quieran como eres. La honestidad y la ética son características claves para ser respetado dentro y fuera de la empresa.
Y, finalmente, debe ser un líder inspirador desde la humildad y la energía.
- UNA FUENTE DE CONOCIMIENTO E IMPULSORA DEL CONOCIMIENTO DE LOS DEMÁS
El equipo tiene que ver al CEO como una fuente de conocimiento y si este no sabe, debe tener la capacidad de informarse, escuchar, reflexionar y aprender continuamente. Todo líder debe reconocer que no tiene la respuesta para todo y por ello, tener una actitud de apertura y de tolerancia hacia nuevas ideas.
Al mismo tiempo, no solo el director debe intentar ser cada día mejor, sino que además debe impulsar que todo su entorno, su equipo, también lo sean. Debe apoyar el crecimiento profesional de su plantilla, para capacitar y empoderar a las personas que le rodean, y lograr así un mayor éxito tanto dentro de la empresa como fuera de ella, en el mercado.
Motivarlos a ser mejores y reconocer su esfuerzo es clave.
- CUIDAR DE LA PARTE EMOCIONAL DEL ACTIVO MÁS IMPORTANTE, EL EQUIPO
Además de saber delegar, motivar y desarrollar el talento de su equipo, el CEO debe cuidar de la parte más emocional y personal de su plantilla, más allá del plano profesional.
La estabilidad emocional es uno de los factores más importante para desarrollar correctamente una labor. En este sentido, lo que se requiere de los líderes es un soporte que también se dé a nivel personal y emocional.
Por ello, el director debe poner especial énfasis a la comunicación con el equipo; no solo para establecer objetivos y metas, sino que también para saber cómo están sus trabajadores, conocer sus preocupaciones para mostrar empatía y apoyo, etc.
- EL CLIENTE, UNA PIEZA CLAVE EN LA COMPAÑÍA
Un buen CEO ha de utilizar los recursos disponibles para captar, mantener y hacer crecer a sus clientes a través de sus decisiones. Es imprescindible estar muy cerca de los clientes y también de los que no lo son. Es ahí donde el CEO puede encontrar la diferenciación en su industria, que cada día es más reducida puesto que de un día para otro aparecen nuevos productos, competidores y las expectativas y exigencias del mercado cambian y aumentan exponencialmente.
El papel del CEO no es dar órdenes sino tomar decisiones, coordinar al equipo y los recursos con el fin de llevar a la empresa a los mejores resultados posibles. Un buen CEO vela por la continuidad y crecimiento de la empresa, alineándose con su función social y de desarrollo de las personas que trabajan en ella.